Agro-urbanismo: el retorno de la agricultura a la ciudad /
Las ciudades antiguas como Mesopotamia, Machu Pichu, o Tenochtitlan,
combinaban los grandes edificios con zonas agrícolas dentro de la ciudad
y en las periferias. Actualmente existe una práctica urbana denominada
“agricultura de autoconsumo”, la cual se manifiesta a través de huertos
caseros, que está originando un regreso de esta tendencia, el cultivo
del alimento, a las ciudades.
Gracias a la popularización de
una cultura pro ambiental, y en particular de una creciente tendencia en
torno a nuestra alimentación –y a acercarnos al origen de los insumos–,
la agricultura de autoconsumo es cada vez más recurrente. Además,
existen otras iniciativas, como la agricultura comunitaria, la creación
de compostas colectivas, o las hortalizas cooperativas, que también van
en aumento. Curiosamente esta tendencia se complementa con la
construcción de inmuebles habitacionales aprovechando materiales naturales, muy parecidos –al menos visualmente–, a aquellos empleados hace miles de años.
Rachel Armstrong, futuróloga urbanista, advierte que elementos
naturales como las algas serán utilizados en la construcción de
edificios para limpiar el aire y el agua. También, según Armstrong,
emplearemos materiales orgánicos que puedan aprovechar la energía solar.
Se calcula que para el año 2050, por lo menos el 67% de la población
vivirá en las ciudades. La concentración urbana y una cultura cada vez
más auto-gestiva y sustentable nos llevarán a la construcción de
metrópolis más parecidas a las que alguna vez fueron cede de grandes
civilizaciones. Y el regreso de la agricultura urbana es, sin duda, una
de las muestras más fehacientes.
También en Sphere: Valhalla, caminando hacia una utópica granja del futuro
Agro-urbanismo: el retorno de la agricultura a la ciudad /
Las ciudades antiguas como Mesopotamia, Machu Pichu, o Tenochtitlan, combinaban los grandes edificios con zonas agrícolas dentro de la ciudad y en las periferias. Actualmente existe una práctica urbana denominada “agricultura de autoconsumo”, la cual se manifiesta a través de huertos caseros, que está originando un regreso de esta tendencia, el cultivo del alimento, a las ciudades.
Gracias a la popularización de una cultura pro ambiental, y en particular de una creciente tendencia en torno a nuestra alimentación –y a acercarnos al origen de los insumos–, la agricultura de autoconsumo es cada vez más recurrente. Además, existen otras iniciativas, como la agricultura comunitaria, la creación de compostas colectivas, o las hortalizas cooperativas, que también van en aumento. Curiosamente esta tendencia se complementa con la construcción de inmuebles habitacionales aprovechando materiales naturales, muy parecidos –al menos visualmente–, a aquellos empleados hace miles de años.
Rachel Armstrong, futuróloga urbanista, advierte que elementos naturales como las algas serán utilizados en la construcción de edificios para limpiar el aire y el agua. También, según Armstrong, emplearemos materiales orgánicos que puedan aprovechar la energía solar.
Se calcula que para el año 2050, por lo menos el 67% de la población vivirá en las ciudades. La concentración urbana y una cultura cada vez más auto-gestiva y sustentable nos llevarán a la construcción de metrópolis más parecidas a las que alguna vez fueron cede de grandes civilizaciones. Y el regreso de la agricultura urbana es, sin duda, una de las muestras más fehacientes.
También en Sphere: Valhalla, caminando hacia una utópica granja del futuro
Las ciudades antiguas como Mesopotamia, Machu Pichu, o Tenochtitlan, combinaban los grandes edificios con zonas agrícolas dentro de la ciudad y en las periferias. Actualmente existe una práctica urbana denominada “agricultura de autoconsumo”, la cual se manifiesta a través de huertos caseros, que está originando un regreso de esta tendencia, el cultivo del alimento, a las ciudades.
Gracias a la popularización de una cultura pro ambiental, y en particular de una creciente tendencia en torno a nuestra alimentación –y a acercarnos al origen de los insumos–, la agricultura de autoconsumo es cada vez más recurrente. Además, existen otras iniciativas, como la agricultura comunitaria, la creación de compostas colectivas, o las hortalizas cooperativas, que también van en aumento. Curiosamente esta tendencia se complementa con la construcción de inmuebles habitacionales aprovechando materiales naturales, muy parecidos –al menos visualmente–, a aquellos empleados hace miles de años.
Rachel Armstrong, futuróloga urbanista, advierte que elementos naturales como las algas serán utilizados en la construcción de edificios para limpiar el aire y el agua. También, según Armstrong, emplearemos materiales orgánicos que puedan aprovechar la energía solar.
Se calcula que para el año 2050, por lo menos el 67% de la población vivirá en las ciudades. La concentración urbana y una cultura cada vez más auto-gestiva y sustentable nos llevarán a la construcción de metrópolis más parecidas a las que alguna vez fueron cede de grandes civilizaciones. Y el regreso de la agricultura urbana es, sin duda, una de las muestras más fehacientes.
También en Sphere: Valhalla, caminando hacia una utópica granja del futuro
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